Dicen por ahí que no es igual vivir para trabajar que trabajar para vivir. Al final de los tiempos ¿qué pesará más: el azulejo azul del baño perfecto o convertirse en héroe una vez más? El hilo del tiempo muestra la crueldad de creer en historias con final feliz, nos muestra la decadencia de una narrativa de hipérboles y espejismos. Volver en sí es dudar, temer, morir y renacer otra vez en el cauce de nuestra ambrosía que llamamos vida. Volver en sí es gritar, morder, arañar y recrear ese niño forrado en adultez — crisálida del yo que alguna vez amé. Xenía olvidada de día, eterna palabra en el Ática, hazme volver a mí, el hilo en mi dedo seguir, que de este laberinto — sin fin — quiero yo ya salir.